COLUMNISTAS GOLEAMOS
Estudiante de Licenciatura en Periodismo y Comunicación Social UNLP.
Papelón en La Paz
Hace 19 años, la Selección Argentina cayó en su visita a Bolivia por 2-1. El resultado es anecdótico: aquel 2 de abril se recuerda por los incidentes en el final del encuentro.
Las miradas apuntaban al entrenador, Daniel Passarella. Argentina no estaba en una cómoda posición de cara a la clasificación al Mundial de Francia 1998. Jugar en la altura fue historicamente una complicación, y aquella vez no sería la excepción. Pasarella calentó la previa con sus declaraciones: "Jugar en la altura es inhumano". El clima era tenso y caliente antes de que comience el partido.
La Albiceleste salió a la cancha con Ignacio Gonzalez; Nelson Vivas, Roberto Sensini, Ariel Paz, Juan Pablo Sorin; Hernán Díaz, Gustavo Zapata, Diego Cagna; Néstor Gorosito; Marcelo Delgado y Julio Cruz. A los ocho minutos de partido, Bolivia sacó ventajas, pero Argentina pudo empatar antes de que termine el primer tiempo, gracias a un penal ejecutado por Gorosito.
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El primer episodio de violencia se dio en el entretiempo: un ayudante de Passarella fue golpeado por alguien del cuerpo técnico local. Ya en el complemento, y tras una serie de rebotes, Bolivia se puso 2-1. A partir de allí, Argentina fue pero no pudo igualar el marcador. En los últimos minutos, todo se descontroló. Gustavo Zapata se fue expulsado, pero antes de irse quiso provocar la expulsión de un jugador local. Comenzaron los forcejeos y hasta el arquero "Nacho" Gonzalez, salió del arco para propinarle un cabezazo a un rival. Mientras tanto, Julio Cruz fue a buscar una pelota cerca de las tribunas, y recibió un puñetazo del chofer boliviano. Entre el tumulto, los policias y jugadores, Daniel Passarella retiró a Cruz del campo de juego junto a uno de sus ayudantes. Una vez en el vestuario, se vio al delantero con el rostro ensangrentado. Sin embargo, el corte en la parte izquierda no coincidía con el golpe recibido en el pómulo derecho. Los rumores de que al "Jardinero" se le habían exagerado las heridas para poder sacar un rédito deportivo fueron en alza, y el episodio nunca quedó claro. Acorralados, Julio Grondona y el propio Passarella dieron marcha atrás y dijeron que Cruz se había lastimado camino al vestuario. Lo cierto es que aquella polémica se recuerda en cada visita de Argentina a Bolivia, y Cruz, el principal protagonista, nunca quiso hablar del tema. En una entrevista para La Nación, dos años después del episodio, sostuvo: "Se dijeron muchas cosas. No tiene sentido seguir". Ante el Diario Olé, también eludió la pregunta: "No se puede estar constantemente pensando en el pasado. Hay que hacer borrón y cuenta nueva, mirar para el futuro y no volver siempre a cosas que pasaron hace dos años".
Por suerte para Argentina, el equipo obtuvo 4 triunfos en los restantes 6 encuentros, y acabó aquellas Eliminatorias en el primer puesto. Passarella dejó su cargo tras el Mundial de 1998, para el que no convocó a Julio Cruz. El delantero tuvo otra oportunidad con José Pekerman, en Alemania 2006. Y aquel escándalo en Bolivia es un ejemplo de muchas cosas que no hay que hacer.
Bolivia 2-1 Argentina
