COLUMNISTAS GOLEAMOS

Nicolas Pees Labory

Estudiante de Comunicación Social UCES

Las opiniones expresadas en este artículo son de absoluta responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la opinión de www.goleamos.com.
Fecha: 11 de Noviembre de 2016

Lamentablemente somos así

La selección perdió estrepitosamente con Brasil. Algo no está funcionando, y nosotros estamos implicados.

Basta de quejarse. Bauza no es el técnico ideal para este momento de la selección, eso está claro, pero fue un salvataje y ahora funciona como chivo expiatorio. Se tiene que ir mientras pueda, porque va a pagar como culpable por el desastre que causaron otros. La selección necesita, hoy en día, un técnico con carácter, que los cacheteé a los jugadores y les diga “muchachos, ustedes jugaban bien, pueden volver a jugar así”; alguien que los motive, que tenga mano dura para borrar un jugador cuando no rinde y volverlo a incluir solo si realmente tiene el quinto sentido para saber que va a funcionar realmente. Necesita hacer entender al equipo que si juega para Messi y con Messi, todo es más fácil.

Los jugadores están quemados con la selección; así son los espirales en bajada, te terminas cansando de lo que ves, no terminan nunca y te caes del bocho. Bauza, por más ganador que sea, no tiene una propuesta acorde a lo que necesita la selección en este momento, pero es tan solo un eslabón de una larga cadena de elecciones desacertadas. Martino tenía gente a su favor y detractores, pero por lo menos tenía un sistema de juego. No era quizás el óptimo, pero podría haberlo pateado un tiempo más mientras sirviese, mientras se resolviese un poco todo el desastre; lo que pasa es que se hartó de la situación. Ni que hablar de Sabella, que tenía buena relación con los jugadores, y los había hecho encontrar una identidad, además del hecho infaltable de que sabía acomodarse a los partidos y adaptarse a las circunstancias. Pero se cansó, mental y físicamente; hoy, Pachorra está mal de salud, y seguramente las presiones de ese período tuvieron parte de la culpa. 

El problema, también, radica en la gente. A los argentinos nada nos viene bien, y se cumple más que nunca el tema de “no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos”. No nos gustaba Sabella, se fue Sabella. Asumió Martino, después de 5 partidos no nos gustaba, y se fue Martino. Ahora Bauza ya asumió con medio país en contra, así que imagínense. Hay muchos (una gran mayoría) que solo son hinchas en los mundiales, y eso no está nada bien. ¿Cómo pretenden llegar a un mundial si no le das bola al proceso? En Brasil, Mascherano era un emblema, rogábamos para que llegase a Rusia, y ahora lo estamos echando de la selección sin siquiera saber si vamos a estar en la próxima cita mundialista. Antes de la final eran todos héroes, perdimos y no se salvaba ni uno. Asi es la cosa por acá.

Somos insaciables, pero de la forma errónea. Somos exitistas, y no está bien. Habría que empezar a fijarse también en que a pesar de que el caos lo provocaron desde arriba, nosotros nos dejamos llevar por eso, y despotricamos contra lo que sea con tal de sentirnos mejor. Hay que pensar un poco antes de apuntar con los ojos cerrados. Primero, el cambio empieza en la AFA, después en el cuerpo técnico, y en los jugadores, que necesitan un guía que los encienda de vuelta. Pero, aunque no lo crean, nosotros somos parte fundamental del proyecto, y nuestro apoyo se necesita más que nunca, y siempre, no solo cada cuatro años.



COMENTARIOS

Registrate para poder comentar las noticias!