COLUMNISTAS GOLEAMOS

Anibal Arro

Estudiante de Derecho

Las opiniones expresadas en este artículo son de absoluta responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la opinión de www.goleamos.com.
Fecha: 14 de Abril de 2017

15 años después

Un poco de revisionismo histórico para recordar el último Talleres – Belgrano en Primera División 

Un alfiler rojo marca el sábado 15 de abril del 2017 en el calendario de Belgrano y de Talleres. No es un día más. 

Los dos equipos más importantes de Córdoba vuelven a verse las caras por un torneo oficial en Primera División y reavivan un duelo con más de 100 años de historia, un duelo que divide la cuidad y, que luego de 15 años, marcará un antes y un después en la vida de nuestro fútbol argentino.

El 21 de abril del 2002 en el viejo Chateau Carreras y antes unas 30 mil personas, disputaron su último partido oficial por torneos locales. Si, hace 5473 días. 

Es cierto que, en marzo del 2013, se cruzaron por Copa Argentina (Talleres ganó 1 a 0 con gol de Gastón Bottino) y se vieron las caras varias veces por el torneo de la B Nacional, será este sábado un nuevo conclave en la máxima división, en la élite del futbol argentino que desde unos meses, cobija nuevamente a ambas instituciones.

A Talleres lo conducía Enzo Trossero, y necesitaba sumar unidades para lograr salir del fondo: estaba anteúltimo en la tabla de posiciones pero en la mitad de la tabla de los promedios. El ex zaguero del rojo sumaba dos encuentros, una derrota ante Newells 2 a 0 y un empate en el debut ante Independiente 0 a 0, y lograría esa tarde de abril, su primer triunfo al frente de la T. 

Si bien es cierto que luego, el equipo de Barrio Jardín quedaría ubicado en la misma posición en el torneo (19° con 17 puntos, 2 más que Independiente), ese triunfo en el clásico, sería la única victoria del DT en el torneo. En septiembre, dejaría el cargo tras 15 partidos (apenas 2 triunfos, 6 empates y 7 derrotas) y Talleres comenzaría su declive.   

 

Por su parte, Belgrano llegaba a esa soleada tarde de otoño, en la ubicación 12 de la tabla de posiciones pero hundido en la pelea por el descenso, con una imperiosa necesidad de engrosar su promedio. Se encontraba 20° apenas superado por Argentinos Juniors. Estaba virtualmente descendido. Al frente de aquel equipo pirata, estaba Tomas Tito Cuellar, un hombre de la casa y con varios títulos en su haber en la Liga Cordobesa, quien encabezaba un proceso de interinato desde el 29 de marzo por la salida de Carlos Javier Mac Allister. Dos triunfos (ante Lanús y AAAJ), una derrota ante River y un empate ante Rosario Central marcaban los antecedentes del DT previo al duelo ante los tallarines.

Cuellar no logró sumar de a tres en los restantes encuentros del Clausura 02 (3 derrotas y 1 empate) y nada pudo impedir el descenso de Belgrano, que se materializó por adelantado, dos fechas antes del final del torneo, en la dura derrota por la mínima ante Unión de Santa Fe, dirigida en aquel momento por el mismísimo, Frank Darío Kudelka, tan solo 15 después de caer en el clásico. 

Pero volvamos al duelo que convocó a toda una cuidad ese 21 de abril. 

Era la jornada 15 del Clausura 2002, torneo que tenía a River como puntero y a Gimnasia de La Plata, como su más inmediato perseguidor y nos ubicaba en aquella tarde de domingo en el Olímpico de Córdoba, y con el arbitraje del siempre polémico, Daniel Giménez.

El local Talleres, salió a la cancha con Mario Cuenca; Manfredi, Julián Maidana, Sotomayor y Horacio Humoller; Lillo, Avalos, y Gabriel Roth; Diego Garay; Astudillo y Escobar. Belgrano, por su parte, lo hizo con Olave; Sergio Castillo, Brusco, Bordicio y Pablo Rodríguez; Amaya, Leandro Silva y Zárate; Matías Arce; Felipe Desagastizábal y Obolo. 

Con la reforma, el ahora llamado Mario Alberto Kempes, cuenta con una capacidad superior a 56 mil personas y en esa oportunidad se dieron cita poco más de 31 mil -la capacidad era cercana a 35 mil en aquel momento- y lograron una recaudación superior a los 100 mil pesos.

Belgrano comenzó mejor exigiendo a Cuenca recién iniciado el juego, por un remate de Desagastizábal que provocó una excelente respuesta del arquero, pero Talleres respondió con un par de llegadas concretas encabezadas por el bueno de Garay -foto de portada- que comenzaba a inquietar a la defensa celeste

Rodríguez, primero y Arce, de tiro libre después, sumaron un par de llegadas para la B, pero a los 34 minutos de esa primera mitad, fue Federico Astudillo quien puso en ventaja a la T, tras un par de rebotes en el área de Olave que no pudo aprovechar Roth, y si capitalizó el delantero para sentenciar el 1 a 0. Escobar pudo poner en ventaja al Matador, en el epílogo de ese primer tiempo, pero una buena respuesta del arquero, lo impidió.

Ya en la segunda parte, y con un Talleres envalentonado va a llegar la segunda conquista. Minuto 6, tiro libre en los pies de Garay que ejecuta con precisión el remate, para que el correntino Eduardo Escobar llegue en soledad por el segundo palo y, supere de cabeza al por entonces joven arquero, Olave. Otra vez las falencias de la defensa del visitante, quedaban en evidencia.

Talleres se afirmó en el marcador pero no en el control del juego, y Belgrano urgido salió a buscar el descuento para ponerse en partido. Cuenca volvió a responder de muy buena manera para que ni Rodríguez primero, ni Óbolo luego, pudieran marcar. A los cambios en ambos equipos, se le sumaron, los disturbios en la tribuna visitante, como hechos protagónicos del complemento. Una vez culminado, serían nuevamente noticia.

Volviendo al partido, a los 36’ Darío Zarate se hizo de la pelota en su propio campo y apiló rivales para finalmente fusilar al arquero Cuenca, logrando el ansiado descuento del equipo de Cuellar, que a esa altura jugaba con uno menos por la expulsión de Brusco.  

Pero poco durarían las esperanzas de igualar el marcador porque un minuto después Escobar pondría cifras definitivas para darle forma al triunfo de Talleres. Garay se llevó una pelota tras una rápida salida de Cuenca e intentó marcar pero Olave dio rebote, Escobar no dudó y redondeó el 3 a 1, que sería final.

Se complicaba la estadía de Belgrano en Primera...

Con ello Talleres lograba su cuarto triunfo en Primera División, en el historial mano a mano, y quedaba a uno de Belgrano, que acumula cinco victorias. A esos nueve partidos, se le suman nueve empates.

Este sábado, a las cuatro de la tarde, en el Mario Alberto Kempes, volverán a verse las caras en la máxima categoría del futbol argentino, para seguir nutriendo estas estadísticas y continuar escribiendo la historia de una rivalidad que, detrás del Boca – River y Central – Newells, se enfila como de las más importantes de nuestro país. 



Imagenes del triunfo de Talleres en abril del 2002



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