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Cuando el fútbol no se detuvo
El fútbol suele detenerse unos días cuando llegan las celebraciones de Navidad y año nuevo. Es una costumbre que no sólo se da en Argentina, sino en casi todo el mundo. Sin embargo, en la historia del fútbol argentino, hubo 5 casos excepcionales ocurridos en el profesionalismo. En este tema hablamos de ellos.
Los torneos del fútbol argentino suelen terminan mucho antes de Navidad. Rara vez ocurre algo distinto, como cuando Racing salió campeón del Apertura 2001 un 27 de diciembre en un país en llamas, o cuando Boca se consagró en el Apertura 2008 un 23 de diciembre, luego de un particular triangular desempate con Tigre y San Lorenzo. Este año el campeonato regular finalizó el 9 de noviembre, bastante más temprano de lo habitual, aunque los partidos de liguilla estiraron la emoción un mes más, hasta el 6 de diciembre.
Sin embargo, a pesar de la tradición y costumbre de acabar con la competencia futbolística antes de Navidad, no siempre pudo llevarse a cabo. El fútbol argentino cuenta con cinco casos excepcionales, ocurridos hace varios años atrás, pero que no dejan de ser curiosos.
1931 es un año clave para la historia del fútbol argentino. Desde ese año, nuestro fútbol pasó de ser amateur a ser profesional. Y fue ese primer campeonato, el desarrollado durante 1931, el que nos dio tres de estos casos particulares. El primero de ellos fue en la fecha 32, cuando Racing enfrentó a Gimnasia de La Plata. El conjunto académico venció 4-1 con dos goles de Vicente Del Giúdice, uno de Roberto Mellone y el restante de Alberto Fassora. El encuentro se desarrolló el 25 de diciembre de 1931, en plena Navidad.
Unos días después, el 1º de enero de 1932, el fútbol argentino nos iba a entregar dos casos más. Nuevamente Racing, esta vez perdiendo 2-0 ante Quilmes, iba a protagonizar uno de estos compromisos. Leonardo Sandoval y Juan Mandile fueron los autores de los tantos quilmeños. Ese mismo día, Boca venció 4-2 a Talleres de Remedios de Escalada con dos tantos de Roberto Cherro y otros dos de Francisco Varallo. El Xeneize, de la mano de su DT Mario Fortunato, arrancó el año nuevo dando la primer vuelta olímpica del fútbol argentino desde la instauración del profesionalismo. El subcampeón fue Estudiantes, dos unidades más atrás.
En 1935, Argentinos Juniors recibió a Ferro Carril Oeste un 24 de diciembre. Era la penúltima fecha del campeonato, y el partido no tenía demasiado en juego. El Bicho se encontraba entre los últimos del torneo, y Ferro permanecía en mitad de tabla. José De Luca, con tres tantos, fue la figura del local, que venció 6-4 al Verdolaga en un verdadero partidazo. Sin embargo, los apenas $352 de recaudación dan a entender que no mucha gente presenció aquel cotejo.
El último caso se dio en 1949, un poco más acá en el tiempo pero aún así hace demasiados años atrás. Aquel torneo casi condena a Boca a lo que hubiese sido su único descenso a segunda división. Penúltimo a falta de una fecha, el Xeneize venció 5-1 a Lanús en la Bombonera en la jornada final y logró salvarse. El Granate y Huracán fueron los últimos en el certamen. Como había un único descenso, ambos equipos tuvieron que enfrentarse en un curioso desempate que recién logró definirse en el cuarto partido. El segundo de ellos se jugó el 24 de diciembre, en cancha de Independiente. Lanús venció 4-1, y como Huracán había ganado la ida 1-0, tuvieron que ir a un tercer partido (no importaba la diferencia de gol en el resultado global). Luego de un tercer partido que finalizó 3-3, el descenso se definió en cancha de River, ya en febrero, donde Huracán venció 3-2 a Lanús y logró la permanencia.
