En Europa implementan la tarjeta verde, acá no podemos dejar de usar la roja

Ayer en el clásico de la plata se redactó una página más del libro ya conocidos por todos “violencia en el fútbol argentino”, esta vez no fue una página más, tuvo como principales protagonistas a los jugadores de ambos equipos.

Hoy; seguramente estarán todos arrepentidos o por lo menos eso es lo qué dirán frente al público, lo cierto es que el hecho sucedido marcó un antes y después en el fútbol argentino. Todo comenzó cuando el juvenil de Estudiantes Ascacibar a los 93’ pego una patada desde atrás a un jugador de gimnasia a la carrera, terminando con la expulsión de aquel, acto seguido, los jugadores de Gimnasia de abalanzaron contra el expulsado y la situación se hizo insostenible, generando un tumulto en el cual los empujones y los insultos reinaban, pero como si esto fuera poco, Damonte recibió un golpe de puño en el rostro y de ahí en más todo fue lo más parecido a una “riña callejera” lo cual no tiene sentido seguir explicando lo inexplicable, algo que bajo ningún contexto se podría justificar.       

Esto así no va más, ayer se vio un hecho muy penoso para todos los amantes del fútbol argentino, en el que si el mismo se daba en una de las calles de la plata todos los jugadores marchaban presos por haberse perpetrado un cóctel de delitos que nuestro código penal prevé, fue típico de la edad media, algo así como si nuestra sociedad retrocediera todo el tiempo que ha madurado, algo verdaderamente inexplicable, injustificable.

Estamos en un lugar en el que la violencia en las tribunas ya está naturalizada, dentro del campo de juego, jugadores como Álvaro Pereira pegan patadas descalificadoras en la cabeza a un jugador rival yéndose este en ambulancia e increíblemente protestan la expulsión. La palabra “Fair Play” por estar escrita en otro idioma la ignoramos por completo.

Párrafo aparte y final para advertir que todas las miradas estarán puestas en el “tribunal de disciplina” que tendrá un arduo trabajo en dilucidar las sanciones para este repudiable hecho en el cual si por lo menos no se quiere que se vuelva a repetir no deberán tener piedad para con los protagonistas de este verdadero bochorno. En Europa ya implementan la tarjeta verde, acá no podemos dejar de usar la roja, hacia dónde vamos?