COLUMNISTAS GOLEAMOS
Hasta el torneo que viene, Colon
Colon termina un torneo para el olvido. No solo en lo deportivo, si no que se le sumó lo institucional.
El equipo en la cancha fue el reflejo de una gestión que careció de objetivos y rumbos claros. Arrancó un verano con todo. Parecía que esos tres primeros partidos le daban la certeza de generar, de una vez por todas, fuertes cimientos para pensar a lo grande.
Conforme pasaron los partidos, el andar del equipo se fue pinchando de una manera sostenida y clara. Fueron apareciendo las dudas. Se mesclaron conflictos dirigenciales que posibilitó la inexistencia de un hilo conductor que pueda ordenar a la institución. Se dice que para que el andar de un equipo sea armónico se tiene que velar por la tranquilidad de tres factores fundamentales: DIRIGENCIA - TÉCNICO - JUGADORES. Ninguna de las tres variables funcionó en este semestre. Todo fue en estado de ebullición. Lo que parecía una primavera en los primeros partidos se fue convirtiendo en un calvario con técnicos afuera, dirigentes dando un paso al costado, hasta llegar a la acefalía, jugadores que dejaron una poble imágen y hasta la visita de los "amigo de lo ajeno" o como quieran llamarle: "Barras".
Colon sufrió el torneo. Quería que termine cuanto antes el calvario. Nunca estuvo cómodo. Siempre le pesó.
Ahora tendrá que reordenar la casa. Barrer lo que hace mal y pensar en un equipo competitivo para el torneo venidero. Otra vez el hincha a las urnas para elegir una conducción que los represente y posicione a un club con historia y con una gran estructura social.
En lo deportivo, crecieron las figuras de Conti y Poblete. Habrá que analizar el paso de Alan Ruiz. Un jugador talentoso que le pudo dar más a la institución. Cuando entienda que la camiseta es más importante que el ego propio, va a explotar como profesional.
Jugadores que han pasado sin pena ni gloria, producto de pésimas desiciones dirigenciales. Y la camada nueva que van asomando, le pueden dar a Colon la frescura que necesita para reinventarse.
La gente. Siempre la gente. Ese jugador que nunda deja de ilusionarse, a pesar de que tocó fondo. Mas que eso no hay. Fondo. Ahora a pensar en subir y subir.
Hasta el torno que viene , SABALé !!
